31 de mayo de 2010

Primer Contacto.

Recuerdo exactamente el día. Tenía una clase de derecho, responsablemente llegué a la Escuela, pero la clase se había suspendido. Tenía dos opciones: ir a almorzar o volver al trabajo para ese día salir antes.

Cuando ya había decidido la primera opción, saliendo de la Universidad veo un afiche con la experiencia de un uruguayo llamado Martín Pérez, invitando a una charla informativa de AIESEC, en ese momento recordé que un amigo algo me había comentado de esta organización.

Ahora ya no eran dos, sino que tres opciones, el punto en contra de la tercera opción es que la charla no era en la Universidad, tenía que caminar unos minutos para llegar, estaba cansado, con hambre y ya iba tarde… elegí la opción de almorzar, pero en el camino, me desvíe y finalmente llegué a la charla. Esta simple decision, o más bien dicho esta instintiva decision marcaría un punto de inflexion en mi vida, definitivamente este día lo recuerdo como el momento que marcó un antes y un después.

Una vez en la charla, no entendí el real sentido de la organización, pero había algo que me llamaba la atención, algo que despertaba un gran desafío, algo que me provocaba algunos sentimientos ajenos, en ese momento no podía acuñarle un nombre, tiempo más tarde entendería que era…

Así que con grandes dudas y sin comprender muchas cosas, viví el absorbente proceso de postulación (¨reclutamiento¨, en esa época mi lenguaje aún era común) con ansias de saber el incierto resultado, un resultado que llegó tarde cuando las esperanzas comenzaban a disiparse, un desenlace que llegó con un correo de aceptación de Andrés Alcayaga invitando a un evento llamado Learning Weekend...